Según señala el Instituto Nacional de Abuso del alcohol y Alcoholismo de Estados Unidos, la mezcla de alcohol con medicinas puede provocar desde la disminución de su acción terapéutica hasta hemorragias internas, entre otros efectos como:
- Náuseas
- Vómitos
- Dolor de cabeza
- Letargo
- Desmayos o pérdida de la coordinación
- Riesgo de sufrir problemas del corazón y dificultades respiratorias
- Anular la acción terapéutica del medicamento o convertirlo en algo dañino o tóxico para el cuerpo
Aunque las consecuencias dañinas dependerán del compuesto cabe resaltar que aún con una pequeña cantidad de alcohol hay una mayor exposición a riesgos. Algunos de los medicamentos con compuestos químicos que reaccionan negativamente al alcohol son:
- Nizatidina
- Metoclopramida
- Loratadine
- Clonazepam
- Diazepam
- Naproxeno
- Diclofenaco
- Ibuprofeno
- Enalapril
- Entre otras.
Por ello es importante leer la etiqueta del envase del medicamento para determinar exactamente cuál es su fórmula. En caso de no tenerla visible o querer conocer más sobre los efectos con alcohol es necesario consultar a un médico de confianza.
¿Por qué no tomar paracetamol para la ‘cruda’?
El paracetamol es un fármaco con propiedades analgésicas y antipiréticas, muy eficaz para controlar la fiebre o tratar el dolor. Por eso es uno de los medicamentos de elección para tratar procesos que cursan con dolor.
Sin embargo, estas moléculas no tienen actividad antiinflamatoria, por lo que si el dolor está asociado a procesos inflamatorios es menos eficaz.
Este medicamento, a dosis terapéuticas, es seguro y no presenta efectos tóxicos. Una vez absorbido y en el torrente circulatorio se metaboliza en el hígado y la molécula intacta y sus metabolitos se eliminan a través del riñón principalmente.
Por su parte, el ibuprofeno pertenece al grupo de antiinflamatorios no esteroideos y posee actividad antipirética, analgésica y antiinflamatoria. Normalmente se prescribe para dolor causado por procesos inflamatorios como puede ser artritis, dolor de dientes o muelas, lesiones musculares o dolor menstrual.
A diferencia del paracetamol, el ibuprofeno no produce daños a nivel del hígado, si bien debido al propio mecanismo de acción antiinflamatorio puede afectar a la mucosa gástrica y dañar esta barrera protectora del estómago. Pero lo hará en menor medida que otros fármacos del grupo de los antinflamatorios.
¿Qué funciona y qué no para la ‘cruda’?
- Agua. Beber agua puede aliviar algunos de estos síntomas de la resaca pero la deshidratación suele ir acompañada de un desequilibrio electrolítico. Aunque no desaparecerán todos los síntomas, combinar el agua con la ingesta de un suplemento de electrolitos puede ayudar.
- Frituras. Se ha demostrado que comer alimentos con proteínas, grasas y carbohidratos antes de beber ralentiza la absorción del alcohol, por lo preparar el estómago para lo que se le viene puede ser una buena opción.
- Cafeína. Hay pruebas que indican que las personas que no consumen cafeína de manera habitual no experimentan los mismos efectos (mejor rendimiento y mayor estado de alerta) que se aprecian en los consumidores regulares por lo que consumir café puede no ser suficiente para compensar las carencias en los procesos mentales y en los tiempos de reacción presentes durante la resaca.
- Resaca no se cura con más alcohol. Beber más alcohol durante una resaca puede ser muy peligroso. Los órganos vitales, como el hígado, necesitan tiempo para arreglar el daño producido por el consumo exagerado de alcohol.
- Medicinas. Aunque haya remedios populares que ofrecen algún tipo de alivio de los síntomas de la resaca, no existe una cura o un tratamiento basado en la evidencia.
Con información de The Conversation.