Dice uno de mi mejores amigos: cuando tienes dinero, se nota; cuando nunca lo has tenido y lo llegas a tener, se nota más.
El maldito dinero compra hasta la dignidad.
¿Cuánto vale una noticia? ¿Cuánto cuesta la cabeza de las fuentes?
El periodista y su fuente establecen un nexo, un acuerdo de confidencialidad y confiabilidad que no se puede romper.
O eso marca la regla no escrita.
Hay un caso de un periodista poblano, dueño por regalo de un medio, que se ha dedicado a vender a sus fuentes.
Pide 500 mil pesos y ya le han dado, según sus propias víctimas, 300 en cachete.
Y sí, cumple el acuerdo de entregar a sus informantes sin ningún pudor. Sin remordimientos.
Ya se aprendió el caminito.
¿Qué más estaría dispuesto a hacer a cambio de billetes?
¡Qué horror!
Por lo pronto, les puedo asegurar que lo tienen grabado extorsionando un poderoso.
Pero como diría el clásico: Paciencia, prudencia, verbal contingencia, dominio de ciencia, presencia o ausencia, según conveniencia.
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Para mentadas, chismes y ofensas: 2221601754