Es cierto y no, lo que declaró esta mañana el presidente municipal, Eduardo Rivera, sobre la salida de Alejandro Cañedo de la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo.
Dijo la verdad a medias.
Cañedo Priesca no ha presentado su renuncia, pero sí se va a ir de Turismo porque quiere vivir la experiencia en el Cabildo.
No es un rumor.
El presidente sabe que se quiere ir, como lo acordaron en un inicio: un año como secretario, dos como regidor.
La decisión del todavía secretario se confirmó —y aceleró— después de que Augusta Díaz, dirigente del PAN, nombró al regidor suplente Alfredo Ramírez, eterno juvenil de Acción Nacional e incondicional de Adán Domínguez, Coordinador de Regidores en gobiernos emanados de Acción Nacional.
El nombramiento fue tomado como insulto por todos los regidores propietarios, ya que Alfredo carece de preparación suficiente y liderazgo ante sus compañeros.
Es el perfil más pequeño de los panistas en el Cabildo.
Con el sello de la casa: privilegiando lealtad antes que capacidad.
Alejandro ha logrado consolidarse como un funcionario público capaz, dedicado y leal. Es un enamorado de Puebla y experto en turismo, por eso ha logrado trascender y mantenerse en un puesto tan importante para la ciudad y el Estado.
Ahora nos tocará verlo como regidor, a ver cómo le va.