Así como mi abuelo me ha platicado sobre la magia que desplegaba Maradona con la pelota en los pies, yo le podré contar a mi pequeño hermano que tuve la suerte de ver jugar al MEJOR FUTBOLISTA DE TODOS LOS TIEMPOS.
Messi es el único jugador en la historia del fútbol que ha sido capaz de ganar: Mundial, Juegos Olímpicos, Copa América, Champions League, Mundial de Clubes y Balón de Oro. Es que las palabras sobran ante su grandeza. No ha existido ni existirá otro como Él.
Lo que ha pasado el domingo por la mañana es uno de esos momentos que quedarán para la eternidad. Me explico: ver a Leo consagrarse en lo más alto (del deporte más hermoso del mundo) al levantar la Copa del Mundo en una de las mejores —tal vez la mejor— finales de la historia es algo que se vive una vez en la vida.
Lo que son las cosas: Messi no vio “al Diego” campeón del mundo y Maradona tampoco vio a Messi conseguir la tercera estrella para Argentina.
¿Con qué más lo van a tratar de desacreditar? Anotó gol en cada ronda de eliminación, siendo clave y regalando grandes pinceladas en cada uno de esos partidos. Si me preguntan por mi favorita: aquella asistencia a Julián donde hace lo que quiere con Gvardiol, uno de los mejores centrales que hubo en Qatar.
Es impresionante, a sus 35 años sigue reinventándose para seguir siendo el mejor.
Soy de los que cree que el talento con disciplina es algo insuperable y es por eso que nadie puede comer en la misma mesa que Messi, no sólo aprovechó el don que Dios le dio para jugar fútbol, sino que además lo perfeccionó.
Sólo tiempo nos hará ver que fuimos unos afortunados por haber presenciado el momento más importante en la historia reciente del fútbol. Podré decir que VI A MESSI CAMPEÓN DEL MUNDO.
No quisiera terminar sin hacer una mención especial al ‘Dibu’ Martínez, un tipo que siempre quisiera en mi equipo. No había atajado una sola en todo el Mundial, pero sacó una al 120’, la más importante de todas.
Además, su historia de lucha para llegar hasta donde está hoy, es de admirar. El portero que por mucho tiempo añoró “la albiceleste”.
El otro que para mi gusto ya es más una realidad que una promesa, es Julián Álvarez. El ‘9’ que peleó absolutamente todas las pelotas hasta que las piernas ya no le dieron para más. El socio ideal de Messi. Demostró que está hecho para los eventos importantes.
Por último, Scaloni. Todas las críticas que tuvo que soportar (incluso de Maradona) cuando lo reafirmaron como técnico y hoy se ha convertido en el único técnico argentino en ganar el Mundial y la Copa América. Escribió su nombre en los libros de historia junto a tipos como Menotti, Bilardo o Sabella.
El domingo no sólo ganó Argentina, también lo hizo el fútbol y todos aquellos que amamos este deporte.
Messi campeón del mundo: la pelota sonríe.