Durante un evento de alta demanda, como un sismo, las comunicaciones suelen fallar. Esto sucede porque las estaciones base de las telecomunicaciones tienen una capacidad limitada para gestionar llamadas y transmisión de datos de manera simultánea.
En situaciones normales, las torres de telecomunicaciones asignan una cantidad específica de recursos para mantener las comunicaciones de manera eficiente. Cada estación base tiene un límite en la cantidad de frecuencias que puede manejar, lo que implica que solo un número determinado de usuarios puede realizar llamadas al mismo tiempo.
Cuando ocurre un evento imprevisto, como un sismo, muchas personas intentan comunicarse de forma simultánea, saturando la capacidad de la estación base.
Esto provoca problemas como la imposibilidad de conectar llamadas o utilizar datos móviles, lo que en momentos de emergencia puede generar confusión y ansiedad.
¿Qué es una estación base y cómo funcionan?
Una estación base es una instalación de telecomunicaciones que permite la conexión y comunicación entre los dispositivos móviles (como teléfonos celulares) y las redes de telecomunicaciones, como las redes de telefonía móvil e internet. Se compone de antenas y equipos electrónicos que transmiten y reciben señales de radiofrecuencia.
Cuando usas tu teléfono móvil para hacer una llamada, enviar un mensaje o conectarte a internet, tu dispositivo se comunica con la estación base más cercana.
Esta estación envía la señal a una red central que se encarga de dirigirla al destino correcto, ya sea otro teléfono o un servidor de internet. La capacidad de una estación base depende de factores como la tecnología (2G, 3G, 4G, 5G), el ancho de banda y el número de frecuencias que puede manejar.
¿Cómo funcionan las telecomunicaciones en altas demandas?
El problema se centra en que, en una situación de alta demanda, los campos electromagnéticos que utilizan las estaciones base para enviar señales a los teléfonos móviles se ven sobresaturados. Este límite físico no puede superarse simplemente, ya que implicaría instalar más estaciones base y utilizar una mayor cantidad de frecuencias.
La próxima generación de telecomunicaciones, como la tecnología 5G, busca mejorar esta situación aumentando la cantidad de dispositivos que pueden conectarse simultáneamente.