Por si no bastara con la violencia que se sufre todos los días en la ciudad, ahora hay que cuidarse de una banda dedicada al fraude inmobiliario que opera con documentos falsificados, donde hasta notarios hay involucrados.
La pesadilla para Rafael Ramírez Soto comenzó cuando decidió rentarle su propiedad ubicada en La Calera a Francisco Humberto Cancino, quien logró que su chofer, Levid de los Santos Arias, adquiriera la residencia con una escritura falsa emitida por la notaria María Elydeth Murillo Monroy, titular de la notaría 1 de Atotonilco El Grande, Hidalgo.
Según el afectado, hay notarios poblanos y funcionarios del Registro Púbico involucrados en la operación para la compra-venta falsa por la velocidad en que se han realizado los trámites.
Además de quedarse con el inmueble, Humberto Cancino y compañía solicitaron un crédito a BBVA vía Gustavo José Castañeda, colocando la propiedad en garantía ¡con documentación falsa!
Y ¿qué creen? Se los aprobaron.
Por el modus operandi, esta transacción no se pudo realizar sin la complicidad de funcionarios estatales que facilitaron este fraude.
Sigue la investigación.
Reza la nueva máxima en Puebla: nadie por encima de la ley.