La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, también tendrá su particular Mañanera, como se ha dado en llamar a la conferencia matutina que el actual mandatario dedica cada día a exponer asuntos de Gobierno y atender las preguntas de la prensa.
Andrés Manuel López Obrador recomendó a su sucesora, a mediados de junio, que mantuviera estos encuentros con la opinión pública porque considera que es la forma de impedir que el país se derechice y para que los ciudadanos sigan “avispados”. “Si no, la autoridad se debilita”, advierte el presidente.
A un mes y medio del traspaso de poder, Sheinbaum ha asegurado este miércoles que “habrá información diaria” en un horario y extensión aún por determinar. Y los periodistas podrán preguntar. Todo ello, como ahora, será retransmitido.
En diciembre pasado, en una de las asambleas ciudadanas previas a la campaña electoral celebrada en Campeche, la entonces candidata preguntó a los congregados si querían dar continuidad a las Mañaneras y todos levantaron la mano para asentir. “Lo decidió el pueblo”, aseveró entonces Sheinbaum. Y así se hará.
Con las conferencias diarias, el presidente ha marcado la agenda como nadie. Él ponía sobre la mesa los temas a seguir, las conversaciones públicas, sus opiniones y sus reproches. Además, contaba los datos sobre violencia, salud, educación o cómo marchaban las obras civiles de su mandato, como el Tren Maya, el nuevo aeropuerto de la capital o el trazado de carreteras. Durante la pandemia hubo además una conferencia diaria por la tarde asistida por la subsecretaría de Salud. No hay periódico o televisión que no recoja, entonces y ahora, cada mañana lo dicho por el presidente de la República.
Se desconoce aún cómo serán las Mañaneras de Sheinbaum, en las que, naturalmente, marcará su propio estilo. Está por definir, ha dicho, en qué horario se celebrarán y cuánto tiempo durarán. Si siguen el formato actual es de prever que sean más cortas y centradas. “Por lo que estamos viendo estos días, el estilo es totalmente distinto, más estructurado, más claro y ordenado, no he visto que se vaya a otros temas, se disperse, divague o dé lecciones de historia, y eso ya es una diferencia”, compara Luz María Garay Cruz, con las que imparte el presidente.