Una mujer que se identificó ante autoridades de la Ciudad de México como empleada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue víctima de fraude a través de la modalidad conocida como La Patrona, en la que sujetos le pidieron que entregara una suma de 50 mil pesos.
Reportes policiales señalan que, alrededor de las 17:00 horas del 22 de febrero, la empleada de carácter administrativo recibió una llamada telefónica en su oficina, en la cual un hombre le dijo que su jefa había tenido un accidente automovilístico.
Durante la llamada, una mujer que acompañaba al individuo le dio un número telefónico que presuntamente era del seguro para que llamara y arreglara la cobertura de los supuestos daños que dejó el percance.
La trabajadora realizó la llamada y habló con un supuesto ajustador de Seguros Qualitas, quien le explicó que la cobertura de la beneficiaria era de 38 mil pesos en daños.
Posteriormente, el sujeto, que inicialmente llamó a la oficina de la empleada, comentó que el automovilista con el que su jefa tuvo el accidente, requería de una intervención médica con un costo de aproximadamente 59 mil pesos.
La trabajadora de la UNAM accedió a hacer una transferencia por un monto de 50 mil 981 pesos, a una cuenta que le proporcionó el individuo. No obstante, minutos después de hacer el pago, a través de WhatsApp se comunicó con su jefa, quien le dijo que no había tenido ningún accidente.
Estos hechos son investigados por la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México quien ya inició una carpeta de investigación al respecto.
¿Qué es el fraude ‘La Patrona’?
El fraude conocido como La Patrona consiste en que delincuentes realizan una llamada o revisan las redes sociales de algunas personas a quienes pretenden robar, incluso las investigan o espían personalmente.
Por ejemplo, cuando llaman por teléfono a algún domicilio engañan a las trabajadoras diciéndoles que su jefe(a) o patrón(a) tiene una emergencia de carácter legal.
Posteriormente las intimidan, amenazan o manipulan para que cooperen y no alerten a nadie. Luego, para presuntamente ayudar a sus jefes, les piden que busquen en la recámara un sobre amarillo, dinero, joyas y objetos de gran valor que estén en la casa.
Una vez que reúnen algunos objetos de valor, les dicen que los guarden en una bolsa negra a o maleta y se los entregue a un cómplice fuera del domicilio.
Aunque en otros casos, solicitan depósitos urgentes en tiendas de conveniencia y para dar este paso, los defraudadores marcan números al azar o también lo hacen gracias a la información que se comparte de manera pública por parte de los negocios o instituciones en la web o en páginas de redes sociales.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC) informó que los fraudes de La Patrona se volvieron recurrentes a medida de que el acceso a la telefonía móvil se amplió a partir del año 2000, en los que extorsionadores contactan a sus posibles víctimas mediante llamadas o mensajes de texto, pero ahora con los avances tecnológicos, la estafa mutó y lo hacen también por medio de correos electrónicos.
Con información de milenio.com