La semana pasada les platicaba de los malos modos y groserías de la subsecretaria de Educación Superior en Puebla.
Lo dicho: tener dos maestrías —una sin registro— y estudiar en Madrid, España, no garantiza educación.
Les cuento una nueva de Gabriela Hernández García: la semana pasada llegó a la Dirección de Recursos Humanos de la Secretaría de Educación Pública, exigiendo que se le otorgara, así nada más, una plaza titular C de tiempo completo.
Se le explicó —porque no lo sabía— que hay todo un procedimiento para obtenerla.
Inmediatamente, la subsecretaria montó en cólera y amenazó al equipo de RH gritando que, si no la apoyaban, no encontrarían respuesta y respaldo en el área que dirige.
En el mismo berrinche, solicitó —de manera urgente— la información de todo el personal que estuviera adscrito a la Subsecretaría y que contara con la plaza que a ella le negaron.
Pues, ¿quién se cree?
Pero eso no es todo, a los de Recursos Humanos los “encargó” con el Departamento Jurídico para que pasen lista ¡3 veces al día!
Además, si no los encuentran sentados en su lugar, les descuentan el día.
Ni en los peores tiempos de soberbia de los morenovallistas.
¿Está o no enterado el encargado de despacho, José Luis Sorcia Ramírez, de los abusos en la Secretaría?
Basta acudir al área de RH y de Educación Superior para escuchar a sus compañeros en la SEP.
Que no se les olvide a algunos que este gobierno ve por todas y todas; que construye a diario gobernabilidad a partir del diálogo y la cercanía.