La llamada marca turística del municipio de Huejotzingo se ha convertido en un símbolo de opacidad, improvisación y despilfarro, luego de que el propio presidente municipal, Roberto Solís, admitiera que desconoce qué empresa la realizó y se limitara a señalar que su costo fue “menor a dos millones de pesos”.
¡Vaya negociazo 🤑🤑🤑 que hizo el presidente de @Huejotzingogob, Roberto Solís @robertsolisvall, con la marca turística del municipio!
— CAPITAL (@CapitalPueblaMx) December 17, 2025
❌No sabe ni qué empresa la hizo y dice que costó menos de 2 millones de pesos.
❌Lo cierto es que NO le ha servido para nada al municipio. pic.twitter.com/T3bLBCCiGX
Más allá del monto —que no deja de ser millonario—, lo grave es que la marca no ha generado ningún beneficio visible para el municipio: no hay aumento en la promoción turística, no existe derrama económica comprobable y no se observa posicionamiento alguno de Huejotzingo como destino.
Las declaraciones del alcalde han encendido las alarmas, ya que evidencian una falta absoluta de control sobre el uso de recursos públicos, al no poder precisar quién fue contratado, bajo qué criterios, ni cuáles fueron los entregables del proyecto.
El caso exhibe un patrón preocupante: millones gastados en imagen sin planeación, sin resultados y sin rendición de cuentas, mientras el municipio enfrenta rezagos en servicios, infraestructura y atención ciudadana.
Hasta ahora, el Ayuntamiento no ha transparentado contratos, facturas, estudios de impacto ni justificación técnica del proyecto, lo que refuerza las sospechas de que la marca turística fue un “negociazo” para unos cuantos y un fracaso para Huejotzingo.
La exigencia es clara: explicaciones, documentos y responsabilidades, porque cuando el dinero público se va y los resultados no llegan, alguien tiene que responder.