El árbol de Navidad es la decoración más importante en todo el mundo en estas fiestas decembrinas. Reflexionar sobre el impacto ambiental de elegir entre un árbol natural o artificial puede ser un paso importante para tomar conciencia sobre la huella ecológica que generan nuestras decisiones de compra en esta temporada.
La organización Nature Conservacy señala que aunque existe el debate si es o no sostenible tener un árbol natural, el impacto ambiental deberá medirse de acuerdo a tres factores como el lugar donde se compre (que cuenten con certificaciones), el proceso de producción y el método de reutilización en el que se aprovecha el ciclo final del árbol.
La organización Earth.com menciona que los árboles de Navidad naturales suelen tener una huella de carbono media de 3.5 kilogramos de dióxido de carbono (CO2), si se eliminan mediante métodos como la trituración de madera o la quema. Sin embargo, si se dejan descomponer en vertederos, su huella de carbono se multiplica hasta cuatro veces para alcanzar los 16 kilogramos de CO2.
Forest Stewardship Council (FSC), una organización certificadora de bosques sostenibles, señala en un reporte que las empresas que manejan un cultivo responsable de árboles de Navidad son lugares en donde se han restaurado el hábitat de los corredores biológicos de aves, insectos, pequeños mamíferos y reptiles.
Además, FSC recalca que se ha demostrado que las plantaciones de árboles navideños han ayudado a mejorar los servicios ambientales como la calidad del agua, la producción de oxígeno, la regulación de la temperatura y la absorción de CO2, además de tener un factor social importante en las comunidades aledañas.
En México, una empresa certificada por FSC, es Árboles de Navidad Villa del Carbón, en el Estado de México, que con ayuda de los pobladores que forman parte de los Silvicultores Unidos de la Cuenca del Alto Pánuco (SUCAP) han buscado soluciones para la conservación y mantenimiento de sus bosques implementando estrategias productivas sostenibles.
Mauricio La Valle, coordinador de ventas de la SUCAP, explica que han trabajo por tener un producto sustentable y la certificación FSC ayuda a que los compradores tengan la seguridad de que su árbol tiene un efecto positivo en términos sociales y ambientales.
La Valle dijo que entre las prácticas que exige la certificación es que las plantaciones que se hagan en la región no implique ningún riesgo para el trabajador y que en el manejo de las plantaciones se cuide a las especies, que no se utilicen pesticidas artificiales, que no estén genéticamente modificados para no alterar el orden del ecosistema y además, no se permite la conversión de los bosques para su uso comercial (las que se usan eran agrícolas). El coordinador de ventas en Árboles de Navidad Villa del Carbón también resalta que el tema social es muy importante, pues se pide que no se involucre el trabajo infantil, que se respete el derecho de los trabajadores y de las comunidades indígenas.