“Los que no cumplieron su palabra tienen nombre y apellido: se llama Morena; se llama Alejandro Armenta” gritó un envalentonado Eduardo Rivera desde la Plaza de la Victoria de Los Fuertes, frente a Xóchitl Gálvez y muchos de los panistas que hoy lo han abandonado.
Durante su encuentro hace unos de días con el gobernador electo, Alejandro Armenta, el ex presidente municipal olvidó esas palabras. Como también debe haber olvidado cuando llamó “morenacos” a los simpatizantes del hoy partido más fuerte de México.
Más que por civilidad, Rivera Pérez sabe que en el equipo de Doble A se documentaron todos los ataques, incluidos los RT de Lalo a personajes que denostaban a los colaboradores del hoy gobernador electo.
Y qué decir de su “chistecito” de apodar “Armentira” al que será en los próximos seis años el hombre más poderoso del estado.
En sus redes sociales, el panista aseguró que AA no merecía gobernar porque no era transparente, pero hace unos días mejor guardó silencio. Después de las elecciones, donde terminó aplastado por la maquinaria morenista, cambió de opinión.
“No solamente es un mentiroso… Cero propuestas, cero capacidad, cero experiencia”.
¡Qué fuerte!