Cuánta razón tenía Napoleón Bonaparte cuando dijo: La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana.
Y es que ahora los equipos y estrategas de muchos candidatos en Puebla presumen en mesas y redes sociales que “ganaron”.
¡Mentira!
Los verdaderos ganadores de la jornada electoral, no nos hagamos, fueron Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum y Alejandro Armenta Mier.
Nadie más.
Con más de 35.9 millones de sufragios a su favor, la Doctora Sheinbaum es la persona más votada en la historia de México. Lo mismo Alejandro Armenta con un millón 578 mil 749 personas en todo el estado.
Las “olas” de ambos políticos fueron imparables.
Candidatos a senadores, diputados federales y locales, y presidencias municipales sólo se montaron a las campañas federal y estatal.
No necesitaron más. No se necesitaba.
Sí, caminaron, repartieron volantes, grabaron videos, tuitearon y postearon, pero no fueron factores que los ayudaran a ganar. Con o sin campaña, iban a llegar con la Dra. Claudia y AA.
Morena es un instituto joven con pocas elecciones en su historial, donde la disciplina militante se basa en la lealtad a López Obrador, lo que lo ha convertido en el modelo de partido más exitoso a nivel nacional.
No nos tocará ver otro fenómeno como el de Andrés Manuel.
Y sumado a los más de 30 años de Doble A caminando el estado para tener una radiografía exacta de las necesidades de la gente, era de esperarse el resultado tan contundente. La disciplina del candidato morenista nunca antes se había visto en una elección poblana.
Ni un mensaje de WhatsApp se le pasó durante toda la campaña. Prometió 2 millones de votos para el proyecto presidencial y obtuvo más.
Por favor, candidatos y operadores, no presuman triunfos que le pertenecen a otros.