El embarazo adolescente que ocasiona madres a temprana edad se mantiene como uno de los problemas más grandes en México, pues conlleva un impacto social, económico y de salud para las mujeres y niñas que lo experimentan.
De acuerdo con los últimos datos del Inegi, el porcentaje promedio a nivel nacional de nacimientos registrados de madres adolescentes (menores de 20 años) fue en 2021 de 15.3%, un ligero incremento respecto a 2020, cuando fue de 15.1%.
Ese promedio nacional es rebasado en 15 entidades del país: Aguascalientes, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Tabasco, Veracruz y Zacatecas.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indica que el ser madres a temprana edad podría constituir una vulneración de los derechos humanos de las niñas y adolescentes, en particular a su derecho a vivir una vida libre de violencia, así como a contar con servicios de educación y de salud sexual y reproductiva.
El embarazo durante la adolescencia, advierte, es uno de los mayores problemas que enfrenta el grupo etario de los 10 a los 19 años.
Disminuir el embarazo adolescente, un reto
El Coneval apunta que la tasa específica de fecundidad adolescente (TEFA) se ubica en un nivel “inaceptablemente alto” en México, entonces el desafío para el Estado mexicano es acelerar su descenso; el objetivo para 2030 es reducirla en 50% en adolescentes de 15 a 19 años respecto a los niveles reportados para 2015.
En el caso de los embarazos en menores de 15 años, se busca erradicarlos por completo, de acuerdo con las metas planteadas en la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea).
El Consejo Nacional de Población (Conapo) estima que la TEFA tendrá una reducción aproximada de 10 nacimientos por cada 1,000 habitantes al pasar de 66.9 en 2022 a 57.1 en el 2050, una reducción de únicamente 17.28% en los próximos 28 años.
Esto es menos de un punto porcentual por año, lo que representa para el Coneval un estancamiento de la TEFA durante las décadas venideras.
A nivel estatal, en 2020, la TEFA de adolescentes de entre 15 y 19 años alcanzó su valor máximo en Coahuila, con 94 nacimientos por cada 1,000 mujeres de este grupo de edad, seguido de Chiapas, con 85 nacimientos, y Nayarit y Campeche, con 79 nacimientos.
En contraparte, las menores tasas de embarazo adolescente están en la Ciudad de México que presenta 48 nacimientos por cada 1,000 mujeres de entre 15 y 19 años, seguido de Querétaro, con 60 nacimientos.