El promedio de encuestas que elabora EL PAÍS coloca a Claudia Sheinbaum como la principal candidata a ganar la presidencia de México, con cerca de 60% del voto estimado, bien por delante de Xóchitl Gálvez (36%) y Jorge Álvarez Máynez (5%). A tres meses de la votación, la candidata de Morena es la firme favorita.
Pero, ¿qué probabilidad tiene de ganar?
Para responder eso hemos construido un modelo de predicción, similar al que EL PAÍS ha usado en las elecciones de 2018 y otra veintena de comicios de distintos países. Como se explica en la metodología, el modelo funciona en tres pasos: (1) partimos del promedio de encuestas anterior, (2) incorporamos cierto grado de incertidumbre alrededor, según el acierto histórico de los sondeos en México, y (3) simulamos las elecciones 20.000 veces para calcular las probabilidades de cada resultado.
Nuestra predicción dice que Claudia Sheinbaum tiene un 89% de opciones de victoria, pero su rival Xóchitl Gálvez conserva 1 opción entre 10 para dar la sorpresa.
Es importante interpretar bien estas probabilidades. Sheinbaum es una favorita clara, y su victoria es diez veces más probable que la de Gálvez, pero los sucesos de probabilidad 11% no son imposibles. Sirve de referencia una estadística futbolística: la derrota de Sheinbaum es más probable que ver fallarse los dos primeros penaltis de una una tanda de lanzamientos.
Este diario ya publicó pronósticos de este tipo en las elecciones presidenciales hace seis años. Nuestra primera predicción dijo en marzo de 2018 que López Obrador tenía un 79% de opciones de ganar; la última, días antes de las elecciones, elevó sus opciones hasta el 97%, anticipando lo que luego ocurrió.
Gálvez recupera terreno
Desde otoño, las encuestas se han movido para reducir la distancia entre Sheinbaum y Gálvez, desde los 32 puntos de diciembre a los 24 actuales. Por un lado, es evidente un salto adelante de Gálvez, coincidiendo con el desgaste de Movimiento Ciudadano —al anunciarse que su nominado sería Jorge Álvarez Máynez y no Samuel García, que parecía el favorito en noviembre—. Al mismo tiempo, desde enero se aprecia un ligero retroceso de Sheinbaum, que baja en el promedio del 62% al 60% de intención de voto.
Una clave de las próximas semanas es seguir la evolución de estas tendencias, aunque el colchón de Sheinbaum es considerable.
El error de los sondeos
Los modelos como el nuestro convierten las encuestas en predicciones, gracias a que incorporación una información adicional: la precisión histórica de los sondeos. ¿De qué magnitud son sus errores? ¿Cómo de probable es que fallen por 5 o 15 puntos? Para averiguar eso, hemos analizado decenas de encuestas en México y miles de otros países.
Las encuestas estuvieron bien en las presidenciales de México de 2006 y 2012, pero se desviaron más en 2000 y 2018. Aunque hace seis años predijeron la victoria de López Obrador, lo cierto es que le daban seis puntos menos de los que obtuvo —y un error de seis puntos, en otras circunstancias, puede cambiar el resultado—. En estas cuatro citas, los sondeos cometieron un error medio por candidato de 3,8 puntos en votos —considerando solo aquellos que superan el 10%—. Es decir, fueron habituales desviaciones de 4 o 5 puntos y el margen de error rondó los 9 puntos. Las encuestas fueron mejores en las elecciones legislativas de 2009, 2015 y 2021: allí el error medio fue 2,1 puntos, que es una precisión alta, similar a la de los sondeos en EE UU o España. Sin embargo, aplicando un principio de cautela, hemos usado ese primer dato —3,8 puntos de error— como base para nuestro modelo de predicción.