Si este año fuiste despedido o renunciaste a tu trabajo, independientemente de cómo hayas quedado con tus jefes o la empresa para que laboraste, debes recibir en tu finiquito la parte proporcional de algunas prestaciones, incluido el aguinaldo.
Conforme a la Ley Federal del Trabajo, el aguinaldo es una remuneración de dinero que hace la empresa a sus empleados y colaboradores al final de cada año, o en su caso, al momento de ser liquidado.
De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, los trabajadores que renunciaron a su trabajo antes del 20 de diciembre, tienen derecho a que se les cubra la parte proporcional de aguinaldo por el tiempo que laboraron. El aguinaldo proporcional al periodo que trabajaste debe ser pagado al momento de la terminación de la relación laboral, como parte del finiquito o liquidación.
En caso de que hayas trabajado menos de un año, para calcular cuánto te corresponde deberás dividir tu sueldo neto (sin prestaciones) entre 30, multiplicar el resultado por 15 (días de aguinaldo por ley) y dividir la cifra resultante entre 365 (los días del año).
Por último, se debe multiplicar el resultado por la cantidad total de días que trabajaste, la cifra final es la parte proporcional de aguinaldo que te deben pagar al momento de tu finiquito.