A pesar de tener oficialmente un millón 411 mil 889 militantes, durante el 2023 sólo ocho priistas aportaron dinero al partido, por un total de 89 mil pesos y en 2022 lo hicieron cuatro, por 113 mil pesos, lo que forma parte de la crisis económica que vive el PRI, que en seis años ha perdido el 95.7% de su dinero en bancos, al pasar de 84.6 millones de pesos a 3.6 millones de pesos.
En el 2023 el PRI reportó una deuda a largo plazo por 189 millones 500 mil pesos y cuentas por pagar a sus proveedores por 123 milones 475 mil 783.50 pesos.
Según los reportes financieros del PRI, fiscalizados por el Instituto Nacional Electoral (INE), en 2018 tenía en bancos un total de 84 millones 617 mil 23.04 pesos y en 2023 sólo tuvo tres millones 605 mil 901.91 pesos.
Y tan sólo en los años 2022 y 2023 tuvo más gastos que ingresos, por lo que su saldo financiero fue de déficit.
En 2022 tuvo ingresos por mil 46 millones 402 mil 217.28 pesos, pero gastos por mil 90 millones 632 mil 258.89 pesos, es decir, gastó 44 millones 230 mil 41.61 pesos más, equivalentes al 4.2% del total de ingresos.
Y en el 2023 tuvo ingresos por mil 117 millones 578 mil 868.49 pesos y gastos por mil 202 millones 12 mil 326 pesos, es decir, gastó 84 millones más, lo que representa el 7.5% de exceso de egresos.