¿Quién no recuerda esa frase, qué bonita familia, qué bonita familia?, del mismísimo Pompín Iglesias…
Aunque en este caso, la familia Rivera Vivanco, pues no está tan bonita que digamos… les cuento.
No basta con que sus apellidos tengan “negativos” después de que una de las integrantes, Claudia Rivera Vivanco, dejó mucho que desear en su paso como presidenta municipal de Puebla… ahí solo le ayudó el efecto AMLO en 2018, pero su papel, desastroso.
A pesar de todos esos negativos que arrastra, en este 2024 ahora ella se aferra a poder ser, otra vez, la candidata de Morena a la alcaldía de la capital… lea nomas usted.
Pero todo no queda ahí. No solo es ella del clan Rivera Vivanco que busca un puesto de elección popular.
No. El hermano, David Rivera Vivanco, se registró como precandidato de Morena a la diputación federal del Distrito 9 de la Ciudad de Puebla.
Oh qué sorpresa. Él argumenta que su familia ha acompañado el proyecto de la Cuarta Transformación desde el inicio… ajá, ¿y luego?
Esto no se acaba, hasta que se acaba
Por si eso no les basta. La otra hermana, Mayté Rivera Vivanco, también tiene su interés por obtener la coordinación del distrito 12 federal de Puebla.
Dice que es activista que surgió de la indignación social, dice que es defensora de los derechos humanos de distintos sectores, incluyendo el de la diversidad sexual… pero solo cuando le conviene.
En fin, así la familia Rivera Vivanco, aferrándose a vivir del erario desde donde se pueda. Qué cinismo caray.