Marina Castro Moreno, la exfuncionaria morenovallista en la mira por intentar engañar al Servicio de Administración Tributaria (SAT) era una operadora cercanísima al morenovallismo.
En los pocos meses que duró la gestión de Martha Erika Alonso como goberndora, a Castro se le nombró Contralora. Fue subordinada de Roberto Moya Clemente, incluso, era su persona de confianza para seguir manejando las finanzas estatales de las que estuvo a cargo durante el morenovallismo.
Hoy la exfuncionaria se encuentra en la mira por haber intentado engañar nada más y nada menos que al SAT. Un engaño que hoy le costó al gobierno de Sergio Salomón Céspedes, 2 mil 700 millones de pesos de los poblanos.
Sin embargo, el cuestionable actuar de Castro Moreno no está solo en esta operación fallida ante el SAT, sino en decenas de comodatos y contratos entregados durante la administración morenovallista.
Otros “errores” en el morenovallismo
Uno de ellos es la entrega por 30 años del exhospital San Roque al directivo de Televisa, Joaquín Balcárel Santa Cruz.
En marzo del 2019, una de las primeras acciones de Miguel Barbosa Huerta como gobernador, fue recuperar este edificio histórico en donde pretendían construir el Museo de Cera y Tecnología.
Sobre este caso hay en expediente abierto ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por los delitos de “robo y daño en propiedad ajena”. En ese momento solo se señaló que era “en contra de quien resultara responsable”.
Castro también estuvo involucrada en su momento en el fraude que resultó la construcción de la Ciudad Modelo, el elefante blanco del morenovallismo.
Hoy el gobierno del estado tendrá que demostrar, como fue, que la funcionaria actúo con dolo y que, en los años posteriores, la omisión de diferentes funcionarios provocó que la deuda ante el SAT, que inicialmente rondaba en 700 millones, llegara hasta 2 mil 700, millones.
La devolución tramposa salió muy cara, pero en ese momento el morenovallismo disfrutó de 700 millones de pesos extra.
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El priista Javier López Zavala, acostumbrado a la trampa intentó hoy de la forma más burda salir de prisión.
Solicitó una audiencia para suspender el proceso en su contra. Por supuesto le fue negado.
El problema es que el uso de recursos sin fundamento, por parte de Zavala desgasta el proceso y todavía más a la familia de Cecilia Monzón quien debe estar pendiente de cada audiencia.