Cada año, la Secretaría de Salud de Puebla gasta 6 millones 124 mil 262 pesos por atender los 64 casos de hospitalización por infartos cerebrales y embolias provocados por el tabaco.
Lo anterior, de acuerdo con estimaciones del Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr), basado en datos del estudio “Morbilidad y mortalidad atribuible al tabaco por entidades” del Instituto Nacional de Salud Pública, la Universidad Autónoma de Baja California Sur y Códice.
Señaló que de esa cantidad, 17 han sido de mujeres y 47 de hombres.
Añadió que los hospitales públicos de Puebla erogan 96 mil 878 pesos cada vez que una persona fumadora llega al área de urgencias, pues se le tienen que realizar una serie de estudios para determinar la gravedad del evento y su tratamiento. Este costo no incluye la rehabilitación, la cual lleva más tiempo.
Los sistemas estatales de salud del país enfrentan grandes retos luego de la pandemia de COVID 19 para promover la salud y conservar a la población lo más sana posible. El primer nivel de atención, es decir los centros de salud, es el contacto más cercano a las personas y es ahí donde el dinero hace falta.
Por mencionar un ejemplo, el sueldo mensual de un médico en este nivel ronda los $15 mil 313 con una jornada de trabajo de ocho horas, en las cuales atiende cada 15 minutos a un paciente, llegando hasta 40 en un día. Los 6 millones 124 mil 262 pesos representan 400 sueldos mensuales de médicos que tiene una fuerte carga y responsabilidad laboral.
En tanto, la industria tabacalera paga anualmente de impuestos 46 mil millones de pesos, sin embargo, el costo a nivel nacional por atender los cuatro principales padecimientos que provoca el tabaquismo como los infartos al corazón, cáncer de pulmón, enfermedades cerebro vasculares y enfisema pulmonar es de 116 mil millones de pesos, es decir, lo que gasta el sistema de salud es dos veces y medio más de lo que la industria paga en impuestos.
El pasado 15 de enero entró en vigor el Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco, el cual refuerza la protección a la salud de las y los poblanos, por lo que, de acuerdo con el Odesyr, no hay excusa para cumplir con la Ley y así disminuir las enfermedades por tabaquismo.