Con la finalidad de visibilizar la revictimización y anomalías que padecen madres, infantes y adolescentes que asisten al Centro de Convivencia Familiar Supervisada (Cecofam), integrantes del Frente Nacional de Mujeres Contra Deudores Alimentarios en Puebla y de la colectiva Madres Viviendo Violencia Vicaria protestaron en ese órgano auxiliar del Poder Judicial del Estado.
A decir de las manifestantes, personal de dicho centro de convivencia actúa sin garantizar o proteger el interés superior de las infancias, ya que permite que, aún en contra de la voluntad de estas, pasen tiempo con sus padres.
También señalaron que hay casos en los cuales las niñas y los niños sienten temor de sus progenitores por los antecedentes violentos de éstos, sin que ello sea anotado en los reportes de las y los trabajadores de la Cecofam, quienes aseguran que los encuentros se desarrollaron “con normalidad”.
Igualmente, las activistas expusieron que el personal del órgano auxiliar del Poder Judicial del Estado carece de perspectiva de género y de un desempeño imparcial, pues sí reportan actos supuestos que afectan la imagen de las mamás, por ejemplo, cuando les anotan retardos en las horas de convivencia, sin embargo, no aplican el mismo criterio para los padres.
Por otra parte, manifestaron que el personal responsable de supervisar las visitas no está verdaderamente al pendiente de las necesidades y manifestaciones de las niñas y los niños.
Afirmaron que hay casos en los que las y los menores son violentados al interior del centro sin que sea reportado en los informes oficiales, ya que se minimiza o invalida el testimonio de la madre o de la infancia, e incluso se toman medidas para ocultar o solapar los actos de violencia en cuestión.
Solicitaron a la Doctora Kira Ciófalo Lagos, directora del Cecofam, así como a la Magistrada Margarita Gayosso Ponce, presidenta del Poder Judicial del Estado de Puebla, a escuchar y atender sus peticiones con el objetivo de velar por los derechos de niñas y niños.
De manera puntual, exigieron que se realice una supervisión meticulosa de las acciones y omisiones ejercidas por las y los psicólogos Mirelle Alejandra, Damián, María Eugenia, Susana, Nallely, Javier, Daniela, trabajadores sociales, vigilantes y personal administrativo, que laboran en el centro de convivencia aludido.
Explicaron que se desconocen los nombres completos y cargos de ellos debido a su negativa de identificarse con las usuarias, pero sostuvieron que deben ser capacitados oportunamente con perspectiva de género y enfoque de infancias y adolescencias, alineados al marco normativo vigente.