Después de la fallida candidatura del gobernador de Nuevo León, Samuel García, a la Presidencia de la República por Movimiento Ciudadano, en una jugada del bloque opositor en el Congreso de dicho estado conformado por los diputados del PRI y del PAN y que le obligaron a regresar a su cargo, el pasado 2 de diciembre, ante el riesgo de que el gobernador interino Luis Enrique Orozco asumiera formalmente funciones conforme a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; considero necesario hacer varias reflexiones acerca de quiénes ganan y quiénes pierden con el hecho de que hasta hoy Movimiento Ciudadano, sea el único partido con registro nacional que no tiene candidato a la Presidencia para 2024.
En primer lugar, lo que se había manejado mediáticamente como una falsa acusación, en el sentido de que el partido naranja y su líder eterno Dante Delgado, le estaban haciendo el juego a AMLO y a Morena al postular a Samuel García como candidato para captar el voto de los jóvenes y restarle sufragios a la candidata del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, se confirma debido a qué durante los diez días que duró la incipiente campaña de García, éste se dedicó a denostar y a atacar a la candidata y en ninguno de sus discursos realizó alguna crítica a la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum y al gobierno de la cuarta transformación. Por lo qué es claro que su objetivo no era ganar el proceso, sino dividir el voto opositor para beneficiar a la candidata del Presidente.
En segundo lugar, también quedó demostrado en forma evidente, que Movimiento Ciudadano eligió convertirse en el partido esquirol, para apoyar bajo una apariencia de ser un partido independiente a las dos fuerzas políticas más importantes del país, a Morena y su candidata Claudia Sheinbaum, por lo qué, al venirse abajo la candidatura de Samuel García, deberá pagar un costo político, al quedar al descubierto que se encuentra aliado a los partidos Morena, PT, PVEM y que de ninguna manera es una tercera opción ciudadana para el proceso electoral de 2024, independientemente del candidato o candidata que postule.
En tercer lugar, Movimiento Ciudadano fue incapaz de presentar a los electores una tercera opción, porque ante el anuncio de su líder Dante Delgado de que su bancada se separa del bloque opositor en el Senado y la declaración del Presidente en su conferencia mañanera de que adelantará para el mes de febrero próximo la presentación de sus iniciativas de reformas de su Plan C que tenía previstas para septiembre de 2024, y que incluye las reformas al Poder Judicial, para permitir que la elección de los jueces, magistrados y ministros sea mediante el voto popular; como también insistirá en el traspaso administrativo, operativo y presupuestal de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Le están dando a la cuarta transformación y al Presidente la opción de que con los votos de MC en el Senado lograrán las dos terceras partes de los votos para sacar adelante dichas reformas, dando por descontado que en la Cámara de Diputados las iniciativas se aprobarán sin mayor problema.
¿Cuál habrá sido la negociación de MC y de su líder nacional con AMLO para salirse del bloque de contención, para apoyar a la cuarta transformación? ¿Qué obtendrá MC a cambio de apoyar desde el Senado las iniciativas del Plan C del presidente López Obrador? ¿Para MC son más importantes sus intereses como partido, que los intereses ciudadanos?
En mi opinión, MC renunció a convertirse en una alternativa distinta en las elecciones de 2024 y ahora deberá conformarse con las migajas del poder y de las posiciones que le conceda Morena y aliados; con el riesgo de que en los estados que gobierna actualmente, como Jalisco, no logren repetir y en Nuevo León a la larga el gobernador Samuel García pueda ser investigado e incluso hasta sometido a un juicio político que lleve a su destitución, si como se rumora existen desvío de recursos en su administración e irregularidades en sus contratos y licitaciones que lo lleven a enfrentar procesos legales y administrativos.
Por lo pronto Movimiento Ciudadano seguirá siendo manejado por un solo hombre, Dante Delgado, quién lleva más de veinte años en el cargo y que deberá buscar un buen candidato o candidata a la Presidencia para lograr el triunfo de Morena y aliados, dividiendo el voto opositor ya que ha quedado al descubierto el verdadero rostro de su partido que forma parte del proyecto de continuidad de la cuarta transformación.