El Club Puebla es el lugar de las segundas oportunidades en la Liga MX. Los tres refuerzos que se han confirmado de cara a la siguiente temporada, están en el peor momento de sus respectivas carreras.
Fernando Navarro llega para retirarse. A sus 34 años, aportará más experiencia que fútbol. Su último torneo con Toluca fue borrado por completo.
La verdadera apuesta está en la delantera. Sale muy bien o es un fracaso.
Lucas Cavallini y Santiago Ormeño regresaron –con más penas que glorias– al club donde vivieron sus mejores momentos como futbolistas, para ser los hombres gol del Puebla.
Sin embargo, los números de ambos son vergonzosos: Cavallini marcó UN GOL en el último torneo con Xolos y Ormeño lleva cinco desde el 2021. No son las cifras que quieres para los delanteros de tu equipo.
A pesar de eso, la afición poblana los ha recibido con mucha ilusión y los brazos abiertos por lo que alguna vez significaron para el club.
Si lo vemos desde un tema sentimental, trajeron a dos tipos que tienen una gran conexión con la gente. Si lo vemos desde una realidad futbolística, dejan mucho qué desear.
La apuesta es clara: confiar en que Ricardo Carbajal pueda sacar lo mejor de ambos y tengan actuaciones similares a las de su primera etapa con la Franja.
La directiva fue inteligente y le dio a la gente lo que quería. Si funciona, se llevarán los aplausos. Si fracasan, será culpa del técnico o de los mismos jugadores.
Pero que no los engañen: los refuerzos del Puebla están basados más en una ilusión que en una realidad futbolística.