Hay algo más duro de perder que una elección: la libertad.
Qué poderosa frase lanzó el gobernador Alejandro Armenta: no habrá fobias ni persecución, pero tampoco impunidad. Y agregó: el Ayuntamiento de Puebla debe explicar el uso que dio a más de 6 mil millones de pesos de presupuesto en 3 años y por qué se está planteando recurrir a un crédito por 600 millones para cerrar la administración.
En resumen y como diría el clásico: nadie por encima de la ley.
Te lo digo Adán, para que lo entiendas Eduardo.
La cereza del pastel de la corrupción municipal es la Pavimentación de mil calles de la administración panista. La diputada María de la Barreda solicitó ya a la Auditoría Superior del Estado una revisión del programa, porque en campaña le señalaron calles que aparecían como realizadas, pero que no se trabajaron.
Las hicieron, pero no las hicieron.
El presidente sustituto pensó que era una buena idea endeudar a los poblanos por diez años para intentar salvar el pellejo, pero el plan no le funcionó.
Tienen a la ciudad destruida, con el quinto lugar nacional en feminicidios, con baches, sin obras dignas, con corrupción, con decenas de nuevos table dance sin licencia, sin proyectos, con la delincuencia como nunca antes y todavía se atreven a vaciar las cuentas.
El tiempo los alcanzó y hay muuuucho que explicar.