Para los que pensaron que la época dorada de los Agüeristas había terminado en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, están equivocados.
Dejar que los operadores del exrector participaran, operaran y mandaran en la campaña de Lilia Cedillo, los tiene de regreso y muy bien acomodados.
Tres ejemplos:
José Manuel Alonso Orozco “El Oso”, supuesto organizador los abucheos a la jefa de gobierno en su visita al Centro Expositor —¿lo habrá aprobado la rectora? —, hoy despacha como Secretario General de la Institución. En otras palabras: es, se supone, el brazo derecho de la Doctora Cedillo.
Alonso y su equipo son conocedores como pocos de la operación en la Universidad. Con o sin nombramientos oficiales, se mueven en las cañerías de la Benemérita a su antojo.
Como subdirector de Comunicación Institucional, José Carlos Bernal, actual vicerrector de Extensión y Difusión de la Cultura, operó con los medios locales y nacionales desde 2007.
Él sabe cuánto recibió cada medio por convenio y en cash con el exrector. Era —es— incondicional de Enrique Agüera y Alfonso Esparza. El puesto que hoy tiene, se lo debe a este último.
La actual jefa de Comunicación, Edwins García Hernández, fue directora de Relaciones Públicas de la Dirección de Atención y Gestión Universitaria y ocupó el quinto espacio de las regidurías cuando Agüera intentó ser presidente municipal.
Con Esparza, García Hernández fue subdirectora de Cultura Física, que administraba el Estadio Universitario en la época en que la Auditoría Superior del Estado detectó lavado de dinero en la taquilla de los Lobos BUAP.
Las preguntas obligadas: ¿quién manda hoy en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla? ¿A quién responden estos funcionarios?