Los nuevos libros de texto gratuito (LTG) que se han comenzado a distribuir en las escuelas del nivel básico de México no cumplen con los mínimos pedagógicos que exige la comunidad educativa: presentan errores graves de contenido, no tienen un orden pedagógico, contienen un lenguaje extraño y complicado y son desordenados y caóticos, señalan académicos.
Marco Antonio Fernández Martínez, profesor-investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey e investigador de México Evalúa, expuso que, en el caso de las matemáticas, sí hay una reducción del contenido de la enseñanza de este saber fundamental en los nuevos libros. Ya no habrá un libro específico por materia, sino dos que incluyen las diferentes materias y tres libros de proyectos (en aula, escolares y comunitarios).
En el ciclo 2022-2023, el libro de matemáticas de primer grado tenía 222 páginas y, según algunos expertos, el libro Nuestros saberes para el mismo grado para el ciclo 2023-2024, solo deja 13 páginas con 10 temas de esta materia, mientras que en el de Múltiples lenguajes dedica 11 páginas.
Fernández Martínez puso como ejemplo de los errores que hay en los nuevos libros que en la página 17 del libro Nuestros Saberes de primer grado se dice que “Las figuras geométricas están definidas por segmentos de líneas rectas, ángulos y vértices, con lo cual quedaría fuera el círculo, que también es una figura geométrica.
Además, señaló que hay errores de asumir que las matemáticas pueden enseñarse solo conectándolas a la solución de problemas sociales o de ciencias naturales. “No se entiende que hay aspectos de las propias matemáticas que en sí mismos se necesitan enseñar de manera particular”.
En ese sentido, resaltó que, para la mayor parte de los docentes, sobre todo los que trabajan en las escuelas públicas, el libro de texto es el elemento fundamental para planear su clase y si los libros tienen problemas por contenidos limitados o distorsionados, no va a ser posible que planeen correctamente sus clases.
Traen muy pocas matemáticas
Por su parte, la profesora en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, Irma Villalpando, planteó que no hay ninguna razón lógica y argumento válido para que hayan reducido drásticamente los contenidos de matemáticas.
Comentó que los pedagogos tienen muy claro que hay materias que tienen más exigencias cognitivas y que hay formas de enseñar que dan mejores resultados a nivel intelectual.
“En cuanto a la enseñanza de las matemáticas, los nuevos libros tienen muy baja calidad cognitiva, es mecanicista, es tradicional, es memorística y muy lineal”.
Para la especialista, al plantear una organización curricular por campos formativos, los aprendizajes de las matemáticas quedan insertos o integrados en los libros “Múltiples lenguajes”, “Nuestros Saberes” y “Proyectos de Aula”, “Escolares y Comunitarios”. En su opinión, eso acarrea, al menos, dos problemas: Pretender que todos los objetivos del aprendizaje de las matemáticas se atiendan en los proyectos corre el riesgo de reducir el aporte de las matemáticas a la comprensión de problemas sociales sin reconocer su propio valor intrínseco.
El segundo problema es que se olvida que las matemáticas exigen una construcción conceptual propia, que requiere secuencias de aprendizaje organizadas, actividades graduales y ejercicios de reafirmación y los nuevos libros no tienen ejercicios y adolecen de una secuencia precisa en los aprendizajes.
Según la profesora, tan solo para el caso de primero de primaria, tenemos poco y malo. Los temas ausentes y fundamentales para este grado y que sí abordan los libros actuales son: sistema monetario, centena, peso, capacidad, tiempo, longitudes, problemas aditivos, sumas y restas como algoritmo. También se eliminó toda la sección de recortables.
Aprenderán matemáticas de pasadita
Por su parte Raúl González González, profesor en el Departamento de Matemáticas y Computación de la Universidad Libre de Berlín, consideró que la eliminación del libro de matemáticas es lamentable por muchas razones.
En un artículo publicado en La Unión de Morelos, editado en conjunto con investigadores de la Academia de Ciencias de Morelos, destacó que los nuevos libros de texto constituyen una desordenada Wikipedia de cápsulas didácticas. La idea de la “nueva escuela mexicana” es que el maestro ya no enseñe materias específicas, sino que trabaje en proyectos con los alumnos.
El maestro selecciona de las cápsulas aquellas que se necesitan para el proyecto, por ejemplo, la cápsula 20, la 45 y la 53, y así los niños supuestamente aprenderán español y matemáticas. De pasadita, mientras resuelven problemas sociales.
Recalcó que la realidad es que en el libro “Nuestros Saberes” cuando mucho, 11 páginas están dedicadas a algo que se pudiera llamar matemáticas, además de que hay muchos errores conceptuales. “Es inútil buscar en sus páginas un enfoque sistemático de los diversos temas que antes cubría el libro de matemáticas. No hay una sola página con espacio para resolver ejercicios numéricos o geométricos”.
En la página 18 Se dice que en los rectángulos los lados opuestos son de la misma longitud, y cada par de lados tiene longitudes diferentes. Se dice explícitamente que el cuadrado no es un rectángulo, lo cual es absurdo, pues el cuadrado es un caso especial de los rectángulos, que se caracterizan por tener cuatro ángulos rectos.
ambién citó que en la página 19 se define a una superficie como una “variedad bidimensional” sin explicar este concepto, que los estudiantes no encuentran ni siquiera en la secundaria.
El especialista subrayó que la gran importancia de las matemáticas en la primaria ha quedado de manifiesto en estudios pedagógicos que han mostrado que el nivel de aprendizaje matemático de un alumno de primer grado es el mejor indicador de su éxito académico futuro.
Durante las últimas semanas, académicos y medios de comunicación han señalado algunos de los errores contenidos en los nuevos libros de texto. Entre ellos se encuentran los siguientes: En la página 18 del Libro “Nuestros saberes” de tercero, se dice que el expresidente Benito Juárez nació el 18 de marzo de 1806 y en la página 30 del libro “Nuestros saberes” de quinto grado hay una infografía sobre el sistema solar, donde es confusa la información respecto de en qué órbita están la Tierra y Marte.