A nivel mundial, los reality shows son una mina de oro para las cadenas televisivas. Producir un episodio de estos programas puede costar entre $100,000 y $500,000 USD, lo que resulta mucho más económico que los programas con guion, que pueden tener presupuestos significativamente más altos.
Este ahorro se debe, en gran parte, a la menor cantidad de personal necesario, ya que no requieren grandes equipos de escritores ni diseñadores de producción.Un claro ejemplo es American Idol en Estados Unidos, que ha generado ingresos multimillonarios gracias a sus asociaciones con marcas como Ford, AT&T y Apple.
En México, el auge de los reality shows ha seguido un camino similar, con producciones como La Casa de los Famosos, La Academia y Big Brother generando millones de pesos por temporada.
Televisoras como Televisa y TV Azteca se han beneficiado enormemente de estos programas, que no solo se extienden por varios meses, sino que atraen a un amplio público, lo que resulta en ingresos publicitarios muy elevados.
El caso de La Casa de los Famosos México es particularmente llamativo. Según reportes recientes, Televisa genera hasta 450 millones de pesos semanales en patrocinios durante la emisión de este programa.
Este éxito se debe a la combinación de publicidad televisiva, acuerdos con grandes marcas como DiDi, Coca-Cola y MercadoLibre, y la interacción con el público a través de plataformas digitales y redes sociales.
El atractivo para los anunciantes: audiencias jóvenes y masivas
Los reality shows en México han encontrado una fórmula exitosa al captar la atención de las audiencias más jóvenes, especialmente con formatos que incluyen celebridades y personajes influyentes en redes sociales.
La Casa de los Famosos ha logrado atraer a millones de espectadores, alcanzando hasta 14 millones de televidentes en sus emisiones de fin de semana. Este tipo de audiencia es clave para que marcas de alimentos, tecnología y telecomunicaciones inviertan grandes sumas de dinero en patrocinios, ya que son segmentos demográficos difíciles de alcanzar mediante otros medios.
Este fenómeno se ha replicado con otros reality shows, como Exatlón y MasterChef Celebrity, que han demostrado ser igualmente exitosos al generar audiencias masivas y asegurando lucrativos acuerdos de patrocinio.