Finalmente el Frente Amplio por México, integrado por el PAN, PRI Y PRD, ya tiene a su candidata a la Presidencia de la República en la persona de Xóchitl Gálvez, después de la declinación en su favor de la senadora Beatriz Paredes Rangel, quien declaró públicamente, que después de conocer los resultados de las encuestas aplicadas para definir quién sería la candidata presidencial, reconocía “que los números no le favorecían”, y que por lo tanto, declinaba en favor de Gálvez.
Diversas fueron las reacciones que se dieron a nivel nacional por dicha decisión, algunas a favor, otras en contra. Dentro de las primeras hubo varias que reconocieron el valor de la decisión de Beatriz Paredes calificándola como una gran mexicana, que antepuso el interés de la nación a sus aspiraciones presidenciales y que su gesto dejó en claro que hoy lo que se necesita es la unidad de la oposición para llegar fortalecidos a 2024; aunque algunos analistas políticos opinaron que había sido un error su declinación al no agotar como se había anunciado el proceso de votación que se llevaría a cabo el domingo próximo en urnas para que los simpatizantes del Frente, que previamente se registraron en la plataforma, emitieran en forma personal su voto a favor de una de las dos finalistas, lo cual ya no ocurrirá al haberse adelantado el anuncio de la declinación de Beatriz Paredes y su retiro del proceso.
Otras voces atribuyeron la decisión de no llevar a cabo la votación, al temor del Frente a que hubiera una baja participación de los ciudadanos y que las urnas se quedaran semivacías, demostrando con ello que no cuentan con el respaldo suficiente para hacer frente a quien será la candidata presidencial de Morena y sus aliados; incluso algunas voces plantearon que el proceso ya había sido cooptado por los simpatizantes del Presidente, para votar y modificar los resultados y hasta originar en algunos estados del país en los que existen focos rojos de violencia, el que se dieran hechos violentos que enturbiaran el proceso y hasta algún homicidio que sería pasado como factura al Frente Amplio y sus liderazgos, descarrilando el proceso.
Otra de las críticas que se han manifestado han sido en el sentido de que finalmente ambos procesos, tanto el de las corcholatas del Presidente, como del Frente fueron similares, ya que, en ambos, la decisión de quién será la candidata
Al final, se sabrá a quién le afectó en mayor o menor medida la forma en que se determinaron las candidaturas y si la contienda será cara a cara entre Morena y el Frente Amplio o si surgirá una tercera opción con un candidato de Movimiento Ciudadano, que se encuentra a la espera de saber quiénes serán los contendientes, para decidir la forma en que participará en las elecciones. se dio con base en las encuestas y no con una participación directa de los ciudadanos que simpatizan con alguna de las dos fuerzas en una elección con urnas.
Por el momento, la figura de Xóchitl Gálvez y su virtual candidatura, dejan en claro que el Frente Amplio por México tiene una buena candidata para pelear la Presidencia de la República a la virtual candidata de Morena Claudia Sheinbam, y evitar la continuidad de la cuarta transformación un sexenio más, dejando de lado el discurso de una izquierda con claro oscuros frente al retorno del modelo neoliberal que gobernó al país los últimos cinco periodos presidenciales.
Pero es necesario reflexionar, sobre lo logrado hasta ahora por Xóchitl Galvez a quien todo mundo colocaba hasta hace dos meses como candidata de la oposición a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y que hoy por las circunstancias se vio empujada por el Presidente López Obrador con sus ataques y descalificaciones y por la oposición, a irrumpir en la escena política, modificando un escenario que pintaba muy definido a favor del plan del Presidente para dejar a su sucesora.
El camino de Xóchitl para ganar las elecciones de 2024 no será fácil; por el contrario, habrá que ver, hasta donde las simpatías y apoyos expresados por millones de ciudadanos que apoyaron su precandidatura, puede seguir creciendo con el mismo discurso denunciando los errores y atropellos del actual gobierno, o bien si ante la fuerza del Presidente y el apoyo oficial que seguramente se volcará en favor de Claudia Sheinbaum, se detiene su crecimiento y su nivel de confianza y conocimiento viene a la baja perdiendo lo logrado hasta ahora.
La estrategia del Frente Amplio por México debe partir forzosamente, de lograr convencer a quienes no militan en los partidos políticos y de los indecisos que no saben por quién votarán en 2024, frente a los más de 15 millones que siguen apoyando al Presidente López Obrador y los beneficiarios de los programas sociales, que por temor a perder los apoyos económicos que reciben se sienten obligados a votar a favor de Morena.
Por ello la cuesta que tiene enfrente Xóchitl se ve empinada y deberá aplicar un discurso y propuestas que no sólo le atraigan nuevos simpatizantes, sino que se conviertan realmente en una esperanza de cambio que lleve a los ciudadanos a elegir un gobierno distinto a lo que ha sido hasta ahora la cuarta transformación. Ganas no le faltan, sólo habrá que ver si tiene la fuerza y el apoyo que le puedan llevar al triunfo.