Mediante un comunicado, la abogada y expresidenta honoraria del Sistema Estatal DIF, Rosario Orozco Caballero, rechazó los señalamientos contra su esposo, Miguel Barbosa Huerta, acerca de que en la gestión de este se provocó un quebranto a las finanzas estatales.
Igualmente, negó categóricamente que haya heredado un hoyo en el erario mayor a los 25 mil millones de pesos, como apuntan algunas versiones periodísticas, o algún tipo de subejercicio.
Sostuvo que se ha difundido información errónea y malintencionada sobre el tema con la finalidad de dañar la imagen del extinto mandatario, cuya administración comenzó el 1 de agosto del 2019.
“Rechazo enfáticamente cualquier insinuación de daño patrimonial. La información divulgada carece de fundamento y está basada en un desconocimiento total de las normativas y procedimientos contables”, manifestó.
Orozco Caballero aseguró que Huerta Barbosa asumió la responsabilidad de corregir las situaciones heredadas de la administración anterior, incluido el problema con el SAT.
En contraste con lo revelado por la actual secretaria de Planeación y Finanzas, Josefina Morales Guerrero, respecto a que se adeudan 722 millones de pesos a la Federación, indicó que en el ejercicio fiscal 2019, al igual que el de años siguientes, se mostró una sólida gestión financiera, logrando ahorros significativos y un superávit en cada periodo.
Finalmente, aseguró que continúan en curso las diligencias y el intento de recuperar el monto de 600 millones de pesos invertido en un banco en quiebra.