Con el tiempo encima, la construcción del Tren Maya avanza al tiempo que se han “disparado” los recursos públicos que se le destinan al principal proyecto ferroviario del presidente Andrés Manuel López Obrador, como resultado de los diversos cambios hechos sobre la marcha (como la electrificación de la mitad de los 1,500 km y lo cambios de trazo y método constructivo en los tramos 5 y 6, en Quintana Roo)
Al cierre del primer trimestre del presente año, la obra tiene un avance total del 58.3% y un costo estimado de 359,863.3 millones de pesos nominales, lo que representa ya un incremento del 130.7% respecto al monto establecido al cierre del 2020 (156,000.4 millones de pesos), año en que se registró oficialmente el proyecto ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En agosto del 2018, el mandatario anunció la ampliación de 900 a 1,500 km el recorrido del tren, lo que requeriría de una inversión de entre 120,000 y 150,000 millones de pesos (a pesar de que los primeros estudios técnicos para definir el costo se iniciaron en el 2019), mismos que provendrían de recursos públicos y privados.
Sobre la evolución del avance físico de la obra y su costo solamente es posible tener detalles en los informes trimestrales acerca de la situación económica, las finanzas y la deuda públicas que publica la SHCP, el más reciente es el relacionado con el periodo enero-marzo del 2023.
Cada lunes, en las conferencias de López Obrador se dan a conocer algunos avances de la obra y videos, pero no hay detalles de recursos invertidos. Incluso, a la fecha se desconoce el costo oficial del tren porque desde junio del 2022 (cuando se hizo público el monto de 167,341.6 millones de pesos, que fue el tercer ajuste) en la información oficial aparece la frase “por definir”.