Hay políticos que prefieren que su partido pierda, a que ganen otros que no sean ellos.
Es el caso de Eduardo Rivera Pérez que, como sabe que su candidato Felipe Velázquez no va a ganarle a los Riestra, ya amenazó con salirse del PAN para sumarse al partido que planean lanzar Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, y Xóchitl Gálvez, la peor candidata a la presidencia de la historia de Acción Nacional.
La desesperación de los Calderón es tal, que hasta con la extravagante Sandra Cuevas se reúnen y pactan.
Que no se nos olvide que el único político mexicano capaz de fundar un partido y posicionarlo como el más importante del país, es Andrés Manuel López Obrador.
En Puebla nadie lo ha logrado. En México tampoco.
Ni Margarita ni Xóchitl y menos Eduardo Rivera.
En 2020, Felipe ya fracasó en su intento y en 2025 lo volverá a fracasar. Los berrinches son parte de la democracia, pero no de los triunfos.
No basta con tener ganas.
Después de ser aplastado la elección más importante de su vida política, Lalo Rivera apostó por la dirigencia de lo que queda del PAN poblano, pero también la va a perder.
Su pésima administración y la de su mejor amigo, el sustituto Adán Domínguez, hoy lo tienen en la peor posición. Si no se va, según le dice a sus cercanos, buscará ser diputado federal por la vía plurinominal.
Por lo pronto, ya amenazó con irse.
A ver si se atreve.
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