En política nada está escrito y los sucedido la semana pasada en nuestro país lo reafirma con la irrupción de la senadora panista Xóchitl Gálvez, quien se presumía buscaría la candidatura a Jefa de Gobierno de la Ciudad de México por la alianza opositora de los partidos PAN, PRI Y PRD en las elecciones de 2024, y que de forma sorpresiva ante los desacuerdos que se dieron en la conformación de la comisión encargada de llevar a cabo el proceso para la selección del candidato o candidata a la Presidencia de la República por el bloque opositor en el llamado Frente Amplio por México.
Dicho proceso propició el anuncio de la senadora Lilly Téllez de bajarse del proceso, bajo el pretexto de que había inequidad y de que no iba a ser rehén de los grupos de compra votos y de quienes acarrean a los ciudadanos para apoyar a determinados candidatos, así como posteriormente el viernes 30 de junio, la senadora Claudia Ruiz Massieu también anunciara que no participara en el proceso, por lo que se abre una amplia posibilidad de que finalmente Xóchitl Gálvez pueda convertirse en la candidata a la Presidencia de la República por la alianza de los partidos de oposición por dos poderosas razones: la primera es que es la única mujer capaz de enfrentar en las elecciones a la exjefa de Gobierno Claudia Sheinbaum en el caso de que sea la ganadora de las encuestas que definirán al candidato o candidata de Morena a la Presidencia y en segundo lugar, porque no tiene cola que le pisen y aunque se le pueda cuestionar su relación con el expresidente Vicente Fox y con el PAN, en los cargos y responsabilidades que ha desempeñado, no ha sido acusada de actos de corrupción o de haber cometido delito alguno que la descalifiquen para ser candidata.
En los cálculos del presidente López Obrador, el virtual candidato de la Alianza sin duda alguna sería el diputado Santiago Creel, de quién tiene un grueso expediente listo para cuestionarlo y acusarlo de los actos de corrupción cometidos en el gobierno de Vicente Fox, cuando se desempeñó como su Secretario de Gobernación.
Para el Presidente, la candidatura de Santiago Creel, le caería como anillo al dedo porque le aplicaría a la perfección los calificativos de ser un candidato fifí, conservador, corrupto, enemigo de su gobierno y sobre todo fiel representante de los neoliberales; en otras palabras, sería para la 4T el candidato ideal para garantizar el triunfo de Morena en la elección presidencial, sumado al hecho de que no es un político que cuente con las simpatías de la clase media.
Sin embargo, la irrupción de Xóchitl Gálvez como aspirante a la candidatura a la Presidencia de la República modifica los escenarios, porque incluso para el Presidente, le sería más difícil atacarla políticamente o descalificarla, porque en un cara a cara con Claudia Sheinbaum o en un debate abierto, Xóchitl Gálvez podría poner contra las cuerdas a la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, por el desgaste natural que ha llevado durante el desempeño de su cargo, que se reflejó en los resultados que obtuvo en las elecciones intermedias de 2021 en que bajó la votación de su partido comparada con los resultados de 2018; con los problemas como el de la Ruta 12 del Metro, la inseguridad que ha aumentado en la capital y el crecimiento de los grupos criminales en las alcaldías más importantes de la ciudad, sin dejar de señalar, los cuantiosos gastos y uso de recursos públicos de los que echó mano en todos los eventos y giras de precampaña que realizó en todo el país, para darse a conocer como aspirante a la candidatura Presidencial.
Analizando los demás perfiles de aspirantes que pudieran registrarse para participar en el proceso de selección del Frente Amplio por México, entre los varones, no vemos a un político de peso ni del PRI, ni del PAN y mucho menos del PRD, que en las propuestas y discurso pudiera enfrentar seriamente al candidato o candidata de Morena, porque la mayoría de ellos pueden ser cooptados por los operadores políticos del Presidente o bien por el Fiscal General de la República que seguramente de cada uno de ellos posee un expediente muy completo para obligarlos a bajarse del proceso o en su momento negociar una salida a un puesto o embajada para su beneficio personal, lo que descarrilaría definitivamente al bloque opositor, facilitando el triunfo del candidato o candidata del Presidente.
La principal virtud de Xóchitl Gálvez es su origen humilde y que no pertenece a los grupos tradicionales del PAN, con quien se ha mantenido unida en una alianza conveniente; sin embargo, aún con su perfil y trayectoria, tendrá que lograr sortear los obstáculos que dirigentes como ‘Alito’ Moreno del PRI y Marco Cortés del PAN le irán planteando con la intención de impulsar otros candidatos, que podrían facilitar el triunfo del candidato o candidata de Morena en la elección presidencial.
Si bien es cierto Xóchitl Gálvez de convertirse en la candidata de la Alianza Opositora le movería el tablero al Presidente y hasta podría lograr el voto de los antilopezobradoristas y los indecisos, se ve difícil logre dar la sorpresa, por la intención de voto de casi el 50 por ciento que tiene actualmente Morena y por el alto nivel de aprobación del Presidente cercano al 60 por ciento de la población; sin embargo sólo una candidata como ella, podría lograr que la conformación de la Cámara de Diputados y Senadores en el siguiente período, fuera más plural y diera como resultado que Morena aún ganando la Presidencia no tuviera la mayoría calificada que necesita para sacar adelante las reformas constitucionales que ya prepara la Consejería Jurídica de la Presidencia, una de ellas para que la elección de los Ministros de la Corte sea mediante el voto universal, directo y secreto.
Por lo pronto, si la idea del Presidente es que la candidata de Morena sea Claudia Sheinbaum, no veo en el escenario a una candidata diferente a Xóchitl Gálvez que pudiera hacerle frente y al menos dar la batalla en las urnas para 2024.