Migrantes han convertido la Plaza Giordano Bruno, en la Colonia Juárez, en un campamento ante el miedo de ir a un albergue en la Ciudad de México.
Bebés, niños, mujeres y hombres viven en la plaza que se ubica a unos 300 metros de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), donde de lunes a viernes los migrantes hacen fila por horas para pedir cruzar legalmente a Estados Unidos y algunos, los menos, permanecer en México.
Una vez cerradas las oficinas, más de 200 migrantes –principalmente de Haití, algunos de Venezuela– habitan las casas de campaña que han instalado en la plaza, soportando el calor del día y la lluvia de la noche.
“Estamos en la lluvia, en el sol, las moscas muerden a los bebés y los niños. Faltan muchas cosas aquí”, cuenta Patric Sonllazme, de 26 años.
Sin acceso a baños gratuitos pero con celulares, ha llegado a los migrantes de la Plaza Giordano Bruno la imagen de guardias dando la espalda durante un incendio a las personas que se encontraban encerradas en celdas de una estación migratoria en Ciudad Juárez, provocando la muerte de 39 migrantes.
“Sí se están ofreciendo albergues pero ellos tienen miedo. ¡Cómo crees, con lo que está pasando en la frontera de Juárez! 40 inmigrantes se mueren quemados, eso está en la cabeza de la gente aquí. Por eso mejor que nos entreguen la cédula porque no tengo mucha confianza en un albergue”, dice Patric, quien muestra en su celular el video que ha circulado por redes y medios de comunicación.
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