La llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México marca un nuevo capítulo para el país y lo hace también en materia tecnológica.
La llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México marca un nuevo capítulo para el país y lo hace también en materia tecnológica.
A diferencia de la administración de Andrés Manuel López Obrador, que fue criticada por su manejo del presupuesto en Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), la nueva gestión parece estar enfocada en una mayor claridad y apertura hacia el sector tecnológico, lo que ha sido recibido con optimismo por la industria.
El gobierno de López Obrador inició su sexenio con un recorte del 18% en el presupuesto destinado a tecnología en 2019, con una de sus 100 promesas de campaña siendo el no adquirir equipos de cómputo en el primer año de la administración, las expectativas en torno al mandato de Sheinbaum son distintas.
A lo largo del sexenio anterior, los avances en infraestructura digital, gobierno electrónico y otros aspectos tecnológicos fueron intermitentes y desiguales, dejando una deuda tecnológica significativa. Ahora, con la nueva administración, expertos y actores clave de la industria ven un panorama más prometedor.
Deuda tecnológica acumulada
Uno de los problemas más notorios durante el gobierno de López Obrador ha sido la acumulación de una deuda tecnológica considerable, reflejada en la incapacidad para ejercer el presupuesto destinado a tecnologías de la información (TI).
Desde 2022, la brecha entre el presupuesto en tecnología aprobado y el ejercido ha sido notable. En 2022, por ejemplo, el presupuesto aprobado fue de 32,334 millones de pesos, pero sólo se ejercieron 25,845 millones. Este patrón continuó en 2023 y 2024, siendo este último año el más crítico, pues de los 44,223 millones de pesos aprobados para tecnologías solo se han ejercido 13,575 millones en el primer semestre.
Este rezago ha dejado huecos en infraestructura tecnológica, actualizaciones de software y seguridad en dependencias clave, lo que pone en riesgo la eficiencia y seguridad de servicios esenciales para los ciudadanos.
Según Ricardo Zermeño, director general de la consultora Select, “dependencias importantes presentan huecos en su parque tecnológico, con software no actualizado, faltando incluso parches de seguridad, lo que genera riesgos”.
La deuda tecnológica acumulada en México no es solo un problema de la administración de López Obrador. Al comparar el gasto en TI respecto al total del presupuesto gubernamental, México ha quedado rezagado frente a otros países.
Mientras que naciones de la OCDE destinan hasta 2% de su presupuesto total a TI, México apenas ha invertido en promedio el 1%, acumulando una deuda tecnológica estimada en $303,282 millones de pesos en los últimos 10 años. Esta deuda representa un retraso de 9 años en términos de inversión en infraestructura digital.
Apertura de gobierno Claudia Sheinbaum
Con la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República, la percepción de la industria tecnológica parece cambiar. “Vemos una apertura importante del gobierno hacia la transformación digital”, afirmó Maribel Dos Santos, directora de Oracle México.
Según Dos Santos, el gobierno de Sheinbaum ha mostrado un interés genuino en la adopción de la nube para modernizar tanto el sector público como privado. Esto ha permitido que empresas tecnológicas como Oracle sigan desempeñando un papel clave en la digitalización de las instituciones mexicanas.
La nube ha sido una de las tecnologías más adoptadas en México en los últimos años, y la implementación de servicios basados en la nube ha permitido avances en diversas áreas, como la administración pública, la salud y la educación. Aun así, persisten retos importantes, como el desarrollo de la infraestructura digital para garantizar que la conectividad llegue a más sectores y regiones del país.
Retos del próximo sexenio
A pesar de los avances que se vislumbran y de que Sheinbaum ha anunciado la creación de una Agencia de Transformación Digital, cuyo titular será José Antonio Merino Peña, hay desafíos importantes que deberán abordarse en los próximos años. Uno de los principales es el rezago en la inversión tecnológica, particularmente en áreas críticas como la seguridad informática y la actualización de sistemas en el sector público.
Zermeño advirtió que “no se trata solo de incrementar el presupuesto, sino de saber cómo gastarlo”.
La tercerización de servicios no críticos, como la administración de infraestructuras, es una estrategia que podría ayudar a optimizar los recursos disponibles. El director de Select también destacó la importancia de la identidad digital, que permitirá avances en áreas como la seguridad, salud y educación.
El desafío más grande para Sheinbaum será transformar esa apertura hacia la tecnología en acciones concretas que generen un impacto positivo en la vida de los ciudadanos, al tiempo que se busca reducir la deuda tecnológica que ha aquejado al país durante los últimos años.
Con información de eleconomista.com.mx