Después de la paliza que le puso el gobernador Alejandro Armenta en la última elección, a Eduardo Rivera Pérez ya le quedó más que claro que las grandes ligas no son para él, por eso apunta nuevamente a la presidencia municipal vía Movimiento Ciudadano.
Los números le dan para competir porque es, faltaba más, el panista más conocido en la capital. Dos periodos como alcalde, donde no escatimó recursos para promocionarse, lo tienen bien posicionado. En sólo 2 años, el panista destinó 228 millones 100 mil pesos para publicidad en medios de comunicación.
Junto a su mejor amigo, Adán Domínguez, dejó las calles llenas de baches, ambulantes en todo el Centro Histórico, table dance clandestinos en su apogeo, obras mal hechas y la delincuencia desatada, pero quiere regresar.
Del otro lado, con Morena, Pepe Chedraui tiene los mejores números: es el aspirante de la Cuatroté más popular en la ciudad.
Y si las mediciones no mienten, hoy Rivera no tendría ninguna oportunidad contra Chedraui. Sondeos nacionales muestran a Morena arriba —y por mucho— en las preferencias electorales en todo el país. Ni toda la oposición junta podría derrotar al partido guinda.

Además, el sustituto terminó entre los cinco alcaldes peor evaluados de México, mientras Pepe se posicionó en el sexto lugar con un 70% de aprobación durante agosto.
El alcalde @pepechedrauimx aparece 📊 como el sexto mejor presidente municipal del país, según el ranking de @CE_Mexico
— CAPITAL (@CapitalPueblaMx) August 18, 2025
✅ Tiene una aprobación del 70%. pic.twitter.com/a7NTY6nClA
Como bien escribió Arturo Luna en su Garganta Profunda hace unos días: la ideología es desechable y la militancia, un souvenir más en la repisa del oportunismo.
No les va a alcanzar.
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